HISTORIA Y ORÍGENES DEL GOLF

Según investigaciones el golf, o un pasatiempo similar al deporte que conocemos hoy, se ha practicado durante varios siglos. Pero el cuándo y el cómo este juego de palos y bolas comenzó a ser motivo de superación y decepción para el hombre no está todavía del todo claro. Algunas investigaciones llevan los orígenes del golf al juego de "pagánica", en tiempos de los romanos, mientras que otras lo consideran como una derivación del "jeu de mail" francés o del "kolven" holandés.

Sea todo esto cierto o no, está claro que los auténticos pioneros del golf fueron, sin duda, los escoceses. Desarrollaron el golf en sus links costeros y lo trasladaron a todo el mundo. Grandes amantes de este juego, lo introdujeron en otros países, pero lo que es más importante, desarrollaron los primeros palos para el golf, además de los campos donde jugarlo. Establecieron unos estándares y unas reglas básicas, que en su gran mayoría, prevalecen actualmente.

 

Caricatura acerca del golf en el siglo XIX.

 

Igual que otras actividades del hombre, el golf no tiene sus orígenes probados. Al no existir pruebas concluyentes, todas las descripciones del origen de este juego dependen, a veces, de la imaginación del que las escribió.

Como dijo Voltaire, las historias de la antigüedad no son más que fábulas universalmente aceptadas. Si aceptamos esto, entonces contamos con numerosas referencias mitológicas que pueden servirnos como punto de partida para iniciar una descripción del juego. Muchas veces las fábulas tienden a mezclarse con la realidad. Lo cierto es que no existen indicios documentados del juego del golf como lo conocemos hoy. Los primeros documentos son de mediados del siglo XV.

La búsqueda de indicios anteriores a la forma actual de este juego, a puesto a prueba las mentes de muchas eminencias a lo largo de muchas décadas. La idea más obvia y documentada es que el juego del golf comenzó en la costa este de Escocia.

EN BUSCA DE LOS ORÍGENES

Imaginemos que el guijarro que antiguamente hacían servir de bola de golf hubiera rodado hasta una depresión del terreno que hubiera servido de refugio a un rebaño de ovejas, las cuales hubieran escarbado la tierra con sus pezuñas. Tendremos así el origen del bunker de golf en el recorrido de la piedra; el jugador habría experimentado de esta forma la frustración que suponía caer en un obstáculo.

No se necesita mucha imaginación para ver la escena antes descrita convertida en un juego entre pescadores que compiten a través de los links (grandes extensiones de terreno costero, con suelo arenoso y sin árboles) que se extienden desde el embarcadero hasta el pueblo más cercano, y acabando siempre en un mismo punto, probablemente situado cerca de la posada local.

Si continuamos imaginando, y vemos como la piedra va a parar a la madriguera de un conejo, tenemos ya el juego del golf prácticamente "inventado". Existen numerosos links en St. Andrews, y el viejo campo de golf que allí se encuentra es, probablemente, la parcela de tierra más antigua del mundo utilizada como terreno de juego. Es el clásico link creado por la naturaleza, sin que la mano humana haya intervenido en su formación a lo largo de los siglos. Por lo que se refiere a la fecha exacta en que el juego comenzó a practicarse en Escocia, sólo existen conjeturas.

Jaime II no lo hubiera prohibido en 1457, si no hubiera sido popular ya entonces, e incluso mucho antes. Existen pruebas que demuestran que el golf se jugaba en Leith en esa fecha, y probablemente desde años atrás. Aquellos que defienden que el golf se empezó a jugar en Leith antes que en St. Andrews se basan en la existencia por aquel entonces del llamado océano Alemán, y sostienen que en St. Andrews no pudo practicarse el golf en aquellas fechas por quedar cubierto el terreno por el mar cada vez que subía la marea.

Sin embargo, lo más probable es que el links de St. Andrews estuviera localizado más hacia el interior que ahora, puesto que el nivel del mar ha descendido en dicho lugar. No cabe duda que el golf se practicaba en St. Andrews a principios del siglo XVI. Un documento oficial que data del 15 de enero de 1552 autorizaba a los habitantes de la ciudad a utilizar los links para jugar al golf y al fútbol o a cualquier otro pasatiempo.

Hay también referencias al golf en los archivos del Kirk Session (Tribunal Eclesiástico) correspondientes a los siglos XVI y XVII. En muchas partes de la costa este de Escocia se castigaba a los feligreses por jugar al golf "en las horas del sermón". En 1599, en St. Andrews se imponían multas por pequeñas sumas de dinero a los infieles antes de pasar a amenazas más severas. Si los culpables incurrían en una tercera falta, entonces se les "prohibía acudir a la iglesia"; ¡eran excomulgados!

Las investigaciones sobre los orígenes del golf se ha basado principalmente en establecer la relación entre el golf y otros juegos parecidos en Europa, y demostrar con ello la teoría de que alguno de ellos fue el juego originario.

A lo largo de la historia han existido muchos juegos de palo y bola y las suposiciones en este tema son numerosas. Aunque la falta de pruebas documentales no hace posible llegar a conclusiones seguras, es de gran interés el estudio de otros juegos de palos y bolas para estudiar su posible influencia sobre el desarrollo del golf.

 

Palos de golf antiguos.

 

DEPORTE POPULAR ENTRE LOS ROMANOS

Algunos historiadores han retrocedido hasta la época de la antigua Roma, vinculando el golf con la pagánica, un juego muy practicado por la gente del campo en los comienzos Imperio Romano. No se sabe casi nada sobre las reglas de la pagánica, pero la leyenda dice que se jugaba con un palo doblado y una pelota hecha de cuero relleno con plumas.

Hay un dato de interés en este sentido, ya que las bolas de golf primitivas también estaban formadas de plumas envueltas de cuero, pero se piensa que la pelota del pagánica tenía un diámetro de 10 a 18 cm, así que su parecido con la de golf no resulta tan evidente.

EL ROYAL AND ANCIENT CLUB DE ST. ANDREWS Y LAS PRIMERAS REGLAS DEL GOLF

Las primeras reglas del golf escritas fueron elaboradas por los Caballeros Golfistas de Leith, quienes las escribieron en el año 1744. Las autoridades de Edimburgo donaron un palo de plata como trofeo de un torneo, lo que hizo necesario acordar unas reglas sobre cómo debía de jugarse al golf. De esta manera el club de Leith aportó un total de 13 Artículos y Leyes para el Juego del Golf.

Los nuevos clubes de golf formaron sus propias reglas, pero siempre tomando como referencia las de Leith. Posteriormente, a mediados del siglo XIX, la Sociedad de los Golfistas de St. Andrews (antiguos Golfistas de Leith) ganó prestigio y en 1897 se les pidió que elaboraran unas reglas de juego comunes para todos los clubes.

Tiempo después, durante la primera mitad del siglo XX, la R&A y USGA, la autoridad del golf en Estados Unidos, utilizaron prácticamente las mismas reglas del golf, aunque aplicándolas de manera un poco diferente. Después de un congreso celebrado en el año 1951, estas diferencias desaparecieron. El punto más discordante era el referente al tamaño de la bola.

El éxito de la conferencia radicó en que la Royal & Ancient y la USGA acordaron establecer un comité conjunto para reunirse cada cuatro años y revisar las reglas del juego y unificar los criterios a seguir. A raíz de estas reuniones, el libro titulado Decisiones sobre las Reglas se publica en la actualidad de forma conjunta por ambas organizaciones. La primera publicación fue en 1984, significando un éxito de ambas organizaciones.

EL GOLF EN EL SIGLO XIX SE DESARROLLO EN GRAN BRETAÑA

En el año 1864 había en Escocia 30 clubes de golf, mientras que en Inglaterra el número era mucho menor, solo 3 clubes: el Royal Blackheat, el Old Manchester y el Westward Hol. En el año 1900 aumentó de manera enorme el número de clubes en Inglaterra, llegando a más de 2.000, situados la mayoría en el sur. 

Esta popularización del golf entre las clases medias en el siglo XIX se debió a la prosperidad que se desarrolló en la época victoriana, influenciada por el desarrollo del imperialismo. Victorianos, ricos y con tiempo para el ocio, tomaron las costumbres de la nobleza y comenzaron a frecuentar los campos de golf de Escocia durante los periodos estivales. Se prendaron de este juego y lo llevaron consigo a Inglaterra.

 

Jugador de golf de principios del siglo XX.

 

Hubo dos acontecimientos muy importantes que facilitaron la expansión del golf: la aparición de la bola guttie y el desarrollo de las líneas de ferrocarril. 

Las nuevas bolas guttie estaban fabricadas de gutapercha y se dieron a conocer a mitad del siglo XIX. Eran mucho más baratas que las de pluma, lo que propició que el golf fuera accesible también a las clases obreras. Además, el proceso de fabricación era mucho más efectivo de cara a la comercialización.

El aumento de las redes ferroviarias, (el ferrocarril llegó a St. Andrews en 1850), facilitó a los golfista el acceso a los campos, tanto a los existentes, como a lo nuevos que se construían en las costas inglesas y escocesas.

En las últimas décadas del siglo, el golf era una notable fuente de turismo. Las ciudades costeras creaban campos de golf con la finalidad de captar visitantes. Estos campos, muchos de ellos tipo links, se creaban en lugares accesibles desde las estaciones de tren, para facilitar el acceso a los nuevos golfistas. Todavía hoy en día se conservan algunas de estas antiguas líneas de tren.

En Gran Bretaña, el número de clubs de golf en el año 1880 rondaría los 60. En 1890 el número era de 387 y en 1900 había 2330 campos de golf. Era frecuente que varios clubs compartieran un mismo campo. Hubo, sin duda, un gran aumento, tanto en campos de golf como en el número de practicantes.

 

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